El país sudamericano se encuentra de luto tras el fallecimiento del expresidente José «Pepe» Mujica, quien dejó un legado imborrable en la política latinoamericana. A los 89 años, Mujica, quien gobernó Uruguay entre 2010 y 2015, sucumbió a una larga batalla contra el cáncer, según confirmó el presidente Yamandú Orsi a través de la plataforma X.
«Con profundo dolor comunicamos que falleció nuestro compañero Pepe Mujica. Presidente, militante, referente y conductor. Te vamos a extrañar mucho Viejo querido. Gracias por todo lo que nos diste y por tu profundo amor por tu pueblo», expresó Orsi en su mensaje, resaltando el impacto duradero de Mujica en la nación.
El exguerrillero había enfrentado durante meses un cáncer que se originó en su esófago y se propagó a su hígado. Tras recibir el diagnóstico, Mujica optó por no someterse a tratamientos agresivos debido a su avanzada edad, despidiéndose públicamente.
La salud de Mujica se deterioró rápidamente en los días posteriores a las elecciones del 12 de mayo, y se reveló que se encontraba en la fase terminal de su enfermedad, recibiendo cuidados paliativos. Por recomendación médica, no pudo ejercer su derecho al voto en los recientes comicios.
Mujica se destacó como una figura política única en América Latina, conocido por su estilo de vida austero y su cercanía con el pueblo. Durante su mandato, rechazó la residencia presidencial oficial, prefiriendo vivir en su modesta chacra. Se desplazaba en su icónico Volkswagen Escarabajo y donaba el 90% de su salario a programas sociales destinados a combatir la pobreza.
Su legado trasciende las fronteras de Uruguay, dejando una huella imborrable como un líder comprometido con la justicia social y la humildad.
Con información de Milenio