El lamentable suceso tuvo lugar el pasado sábado 4 de octubre, alrededor de las 3:45 p.m., en una residencia particular en la cuadra 3800 de Pecan Drive que funcionaba como guardería. La víctima, identificada como el pequeño Kaimir Jones, fue llevada por su madre al lugar para ser cuidado, como de costumbre.
Agentes del Departamento de Policía de Valdosta acudieron al sitio tras recibir el reporte de un ataque de perros. Al llegar, los oficiales encontraron al menor sin signos vitales y con múltiples heridas de mordeduras que, según el informe policial, le causaron la muerte.
La responsable de la guardería, identificada como Stacy Wheeler Cobb, de 48 años, fue detenida como la principal sospechosa del trágico incidente.
Durante las primeras pesquisas, los detectives descubrieron que la estancia infantil operaba de forma ilegal, careciendo de la licencia necesaria. Además, se permitió la presencia de dos grandes perros de la raza rottweiler merodeando libremente las instalaciones donde estaban los niños.
Al ser interrogada, Cobb habría declarado a la policía que dejó de vigilar al niño por al menos dos horas, un lapso en el que presuntamente ocurrió el fatal ataque. Horas antes, la madre de Kaimir había recibido una desgarradora llamada notificándole que su hijo había sido atacado por los animales.
Un mando policial expresó sus más sentidas condolencias a la familia Jones: «Ninguna palabra podrá aliviar su dolor, pero les acompañamos en este momento tan difícil. También tengo presentes en mis oraciones a nuestros socorristas, mientras continúan procesando su respuesta a esta trágica situación», manifestó.
Las autoridades continúan investigando las circunstancias exactas que rodearon el ataque, mientras este caso pone en relieve la importancia de verificar que las estancias infantiles cumplan con todas las normativas de seguridad y operen con las licencias correspondientes para evitar tragedias como la de Kaimir Jones.
Con información de Milenio
