La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) ha anunciado el cierre total y definitivo del delfinario Dolphinaris Barceló, ubicado en este popular destino turístico. La drástica medida fue impuesta tras la detección de múltiples y graves irregularidades, que incluyen violaciones al trato digno y respetuoso de la vida silvestre e incumplimientos en el manejo de ejemplares que se encontraban en recuperación médica.
La clausura, que implica la colocación de sellos visibles en las instalaciones operadas por Acuario Arrecifal, S.A. de C.V., es resultado de una exhaustiva investigación que reveló al menos siete faltas a la normativa ambiental. Entre las principales irregularidades identificadas por la Profepa se encuentran:
- Maltrato animal durante interacciones: Se documentaron prácticas inadecuadas que pusieron en riesgo el bienestar de los delfines durante las sesiones interactivas con visitantes, contraviniendo la Ley General de Vida Silvestre y la normatividad específica en la materia.
- Acrobacias no autorizadas: El delfinario realizaba espectáculos y acrobacias con los animales que no estaban contempladas ni autorizadas en su plan de manejo.
- Explotación de animales enfermos: Se constató que ejemplares en tratamiento médico eran obligados a participar en actividades sin la autorización de un veterinario. Un caso particularmente grave fue el del delfín «Mincho», quien fue reincorporado a las actividades tan solo dos días después de sufrir un golpe, a pesar de contar con una incapacidad veterinaria de 15 días.
- Sobrecarga en interacciones: En repetidas ocasiones, el número de personas que interactuaban con los delfines excedía los límites permitidos por la ley.
- Negligencia en evaluaciones médicas: El delfinario incumplió con la obligación de realizar evaluaciones médicas periódicas, tanto mensuales como semestrales, para monitorear la salud de los ejemplares, como en el caso de «Mincho».
- Control de temperatura inadecuado: Los registros del periodo en que «Mincho» se encontraba en las instalaciones revelaron que en diversas fechas la temperatura del agua superó los 27°C, incumpliendo con la normativa para el manejo adecuado de estos animales.
Ante la gravedad de estas infracciones, la Profepa no solo impuso la clausura total definitiva del Dolphinaris Barceló, sino que también sancionó a la empresa operadora con una multa de $7,526,240 pesos.
Esta contundente acción por parte de la autoridad ambiental subraya la importancia del cumplimiento de las normativas para la protección y el bienestar de la fauna silvestre en cautiverio. La clausura de Dolphinaris Barceló sienta un precedente y envía un mensaje claro sobre la intolerancia hacia prácticas que pongan en riesgo la salud y el trato digno de los animales. El futuro de los delfines que se encontraban en este recinto aún es incierto, pero se espera que la Profepa tome las medidas necesarias para garantizar su bienestar y reubicación adecuada.
Con información de Gobierno de México
