La agrupación musical Los Alegres del Barranco enfrentan un proceso legal tras ser vinculados a proceso por el delito de apología del delito. La decisión se tomó hoy en una audiencia celebrada en Puente Grande, Jalisco, luego de que la Fiscalía del estado los acusara de proyectar imágenes de líderes del narcotráfico durante sus presentaciones.
Al llegar a la audiencia, Pável, el vocalista del grupo, manifestó su esperanza de que se respetara la libertad de expresión. El cantante ha sido objeto de controversia en el pasado por sus comentarios en redes sociales, donde ha criticado a la prensa, calificándola de «amarillista y mentirosa».
Durante la audiencia de vinculación, el juez dictaminó las siguientes medidas cautelares para los integrantes de Los Alegres del Barranco:
- Presentación periódica: Deberán presentarse semanalmente a firmar en el juzgado.
- Garantía económica: Se mantiene la fianza de 300 mil pesos para cada uno de los seis integrantes, sumando un total de 1.8 millones de pesos.
- Restricción de salida: Solo podrán salir del estado de Jalisco para cumplir con conciertos previamente programados, debiendo regresar inmediatamente al finalizar cada presentación.
- Plazo de investigación: Se estableció un plazo de tres meses para la investigación complementaria.
La Fiscalía de Jalisco había solicitado la vinculación a proceso desde el pasado 6 de mayo, pero la defensa de la agrupación pidió una ampliación del término constitucional, lo que derivó en la audiencia de hoy.
Los hechos que originaron la acusación se remontan a varias presentaciones de Los Alegres del Barranco en Jalisco: el 29 de marzo en el Auditorio Telmex, el 26 de abril en Villa Purificación, el 3 de mayo en Cihuatlán y finalmente el 4 de mayo en Tequila. En este último evento, se realizó un «mega karaoke» donde el público cantó un corrido mientras se proyectaban las imágenes de los presuntos capos.
Este caso se suma a otras investigaciones por apología del delito en Jalisco relacionadas con intérpretes de música regional mexicana, lo que ha generado un debate sobre los límites de la libertad de expresión y la influencia de la cultura del narcotráfico en el entretenimiento.
Con información de Milenio
