En un giro inesperado y desafortunado, Richard Slayman, conocido cariñosamente como ‘Rick’ por sus seres queridos, ha fallecido casi dos meses después de haber sido parte de un hito médico: el trasplante de un riñón de cerdo. Este suceso se suma a una serie de casos similares que han terminado en tragedia.
El procedimiento, que inicialmente fue declarado un éxito, había generado una ola de optimismo en la comunidad médica, con la esperanza de que Slayman pudiera beneficiarse del trasplante durante hasta dos años. Sin embargo, el fin de semana pasado, la familia de Slayman anunció su muerte repentina, dejando un vacío y muchas preguntas sin respuesta.
El departamento médico que realizó la cirugía expresó sus condolencias a la familia, quienes a su vez agradecieron los esfuerzos del equipo médico: “Los esfuerzos incansables en el campo del xenotrasplante nos brindaron siete semanas adicionales con Rick. Los recuerdos que creamos juntos durante ese tiempo son invaluables y perdurarán para siempre”, compartieron en un comunicado.
A pesar del doloroso desenlace, la familia Slayman enfatizó que no se han encontrado indicios de que el innovador trasplante fuera la causa del fallecimiento de Rick. El procedimiento quirúrgico se llevó a cabo en el Hospital General de Massachusetts en marzo, cuando Slayman tenía 62 años, marcando un momento histórico en la medicina con la esperanza de abrir nuevas fronteras en el tratamiento de enfermedades renales.
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La comunidad médica y los seres queridos de Slayman ahora enfrentan la tarea de desentrañar las circunstancias de su muerte, mientras continúan explorando las posibilidades y los límites de los trasplantes entre especies.
Con información de Milenio
