Victoria Ruffo y Eugenio Derbez, dos nombres icónicos en el mundo del entretenimiento mexicano, compartieron una historia de amor y desafíos que dejó huella en la memoria de sus seguidores. Aunque su relación tuvo altibajos, su hijo José Eduardo Derbez fue el lazo que los mantuvo unidos a lo largo de los años.
En la década de 1990, Victoria Ruffo y Eugenio Derbez se convirtieron en una de las parejas más queridas del espectáculo. Su romance floreció durante seis años, y en 1992, dieron la bienvenida a su hijo, José Eduardo. Sin embargo, a pesar de su aparente felicidad, las cosas no siempre fueron fáciles para esta pareja.
Cuando José Eduardo tenía cuatro años, Victoria y Eugenio decidieron poner fin a su relación. La separación no fue sencilla; ambos lucharon por la custodia del pequeño. Victoria, reconocida actriz de telenovelas, confesó que superar la ruptura fue un proceso difícil. Buscó ayuda terapéutica para sanar y crecer como persona.
«Cuando terminé mi relación con Eugenio, tomé terapia. Me logré perdonar a mí misma, aceptando tanto lo bueno como lo malo», expresó Victoria. La terapia fue fundamental para su bienestar emocional y le permitió volver a creer en el amor. Con el tiempo, Victoria formó una familia con otros dos hijos y ahora está a punto de convertirse en abuela.
Mucho se ha especulado sobre una supuesta boda entre Eugenio y Victoria. El comediante asegura que fue una broma, pero Victoria insiste en que hubo un sacerdote presente durante la ceremonia. Aunque no existen fotografías del evento, la duda persiste: ¿fue real o solo parte de su peculiar relación?
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En resumen, la historia de Victoria Ruffo y Eugenio Derbez es una mezcla de amor, desafíos y anécdotas cómicas. Aunque ya no son pareja, su vínculo como padres y abuelos sigue siendo fuerte. El tiempo ha demostrado que, a pesar de todo, su historia sigue siendo parte del legado del entretenimiento mexicano.
Con información de Heraldo