Osiel Cárdenas Guillén, el capo del Cártel del Golfo (CDG), fue liberado durante las primeras horas del viernes 30 de agosto, según confirmaron fuentes del gobierno de Estados Unidos al medio digital Elefante Blanco. Cárdenas Guillén había estado recluido en la prisión federal USP Terre Haute en Indiana, cumpliendo una sentencia de 14 años por cargos relacionados con el tráfico de drogas, amenazas a agentes federales y lavado de dinero.
A pesar de su liberación, el Buró de Prisiones Federales de Estados Unidos mantiene su situación carcelaria como «desconocida», lo que deja dudas sobre su estatus actual. Hasta el día de hoy, Cárdenas Guillén estaba registrado bajo el número 62604-079 en la prisión de Terre Haute, pero no se ha emitido una confirmación oficial de su liberación por parte del gobierno estadounidense.
Cárdenas Guillén, quien nació en 1967 en Tamaulipas, México, ascendió a la cima del Cártel del Golfo en la década de 1990, convirtiendo a la organización en una de las más poderosas y violentas del país. Fue capturado en 2003 por el Ejército Mexicano en Matamoros y extraditado a Estados Unidos en 2007, donde fue condenado a 25 años de prisión. Sin embargo, su liberación tras cumplir solo 14 años de su sentencia ha generado controversia y preocupación.
En México, Cárdenas Guillén aún enfrenta acusaciones pendientes por crimen organizado y tráfico de drogas, pero el gobierno mexicano no ha emitido ninguna notificación sobre una posible deportación. Capturas de pantalla de registros anteriores del Buró de Prisiones sugieren que su liberación podría haber ocurrido el 1 de julio de 2024, aunque esta información no ha sido confirmada.
La decisión sobre su deportación o la posibilidad de permanecer en Estados Unidos bajo libertad supervisada recae ahora en las autoridades estadounidenses. La liberación de Cárdenas Guillén ha generado atención internacional debido a su papel clave en el narcotráfico y la violencia en México, lo que subraya la continua influencia y el legado del Cártel del Golfo en la región.