Chetumal, Quintana Roo – A pesar de la promoción como un proyecto de transporte integral, el Tren Maya enfrenta dificultades operativas en su tramo 7, que conecta Chetumal, Quintana Roo, con Escárcega, Campeche. La baja afluencia de pasajeros ha obligado a reducir la frecuencia de las corridas a solo tres veces por semana, generando inconvenientes y largas esperas para los viajeros.
Según información proporcionada por operadores de venta telefónica del Tren Maya, las salidas desde Chetumal están programadas únicamente para los martes, viernes y domingos a las 12:50 horas. El regreso desde Escárcega se realiza los miércoles, sábados y lunes en el mismo horario. Esta información, sin embargo, no se refleja en la página web oficial de venta de boletos, lo que genera confusión entre los usuarios que intentan planificar sus viajes.
Esta limitada oferta de viajes convierte a Chetumal en una parada obligatoria que puede extenderse de una a tres noches, dependiendo del día de llegada. Mientras que el resto del recorrido, desde Palenque hasta Chetumal, ofrece corridas diarias, la continuación del viaje hacia Campeche se ve restringida a los tres días mencionados.
Esta situación genera importantes contratiempos para los viajeros. Por ejemplo, quienes deseen viajar de Cancún a Calakmul o Escárcega no pueden completar el trayecto en un solo día. Los trenes que llegan a Chetumal lo hacen a las 14:00 horas, más de una hora después de la salida del tren de transbordo hacia Campeche.
Las combinaciones de viaje se complican aún más. Un viajero que tome el tren un jueves en Cancún con destino a Calakmul se verá obligado a pernoctar en Chetumal para continuar su viaje al día siguiente. Si el viaje desde Cancún inicia un martes, la espera en Chetumal se extiende a tres noches para poder abordar la siguiente corrida disponible el viernes.
En la práctica, esto significa que actualmente es imposible realizar el recorrido completo sin escalas desde Palenque hasta Calakmul, pasando por Chichén Itzá, Teya y la Riviera Maya. El viaje requiere múltiples transbordos y largas esperas en Chetumal, lo que contradice la idea de un transporte eficiente y fluido.
Este problema surge a pesar de la entrega, desde septiembre de 2024, del primer tren de larga distancia modelo P’atal por parte de Alstom. Este tren, con capacidad para 260 pasajeros y diseñado para ofrecer comodidad y accesibilidad, fue presentado con gran entusiasmo por el entonces presidente Andrés Manuel López Obrador. Sin embargo, según los operadores telefónicos del Tren Maya, no hay una fecha definida para su entrada en funcionamiento.
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La situación actual en el tramo Chetumal-Escárcega plantea interrogantes sobre la planificación y la gestión del Tren Maya. La baja frecuencia de corridas, la falta de información clara en la página web y las escalas obligadas generan frustración entre los usuarios y ponen en duda la eficiencia del proyecto como medio de transporte de larga distancia. La promesa de un viaje continuo y fluido a través del sureste mexicano aún no se materializa en este tramo crucial.
Con información de El Economista
