El mundo del deporte se encuentra conmocionado tras la reciente detención de Emin Chetinbag, el joven de 21 años que se coronó campeón mundial de taekwondo GTF en 2023. El deportista ha sido arrestado en Moscú junto a otras cuatro personas, entre ellas varios exagentes de policía, y ahora enfrenta serios cargos de extorsión y fraude.
Según el Comité de Investigación de Rusia (CIR), Chetinbag era el cabecilla de una red delictiva que se dedicaba a estafar a comerciantes de criptomonedas. La operación consistía en que Chetinbag contactaba a personas de su círculo con conocimientos en el mercado de criptoactivos y las citaba en lugares estratégicos. Una vez en el sitio, sus cómplices, quienes se hacían pasar por policías, intervenían para amenazar a las víctimas con arrestos y procesos penales inventados. Bajo esta presión, los delincuentes forzaban a sus víctimas a transferir sus activos digitales.
Las autoridades rusas han revelado que la banda logró obtener un botín estimado en cuatro millones de rublos, lo que equivale a unos 50 mil dólares. El CIR ha confirmado que Chetinbag y los otros implicados han sido formalmente acusados y permanecerán bajo custodia preventiva mientras avanza el proceso judicial. Se ha informado que uno de los presuntos involucrados sigue prófugo.
El caso ha ganado gran notoriedad en redes sociales, donde el nombre de Emin Chetinbag se ha vuelto viral. El CIR ha señalado que el peleador ruso se le acusa de cometer delitos graves. Específicamente, se le imputan cargos de abuso de autoridad oficial y fraude, de acuerdo con los artículos 286 y 159 del Código Penal de la Federación de Rusia.
La acusación ha sacudido a la comunidad deportiva, ya que Chetinbag era una figura en ascenso. El presunto modus operandi de la banda subraya la vulnerabilidad de las transacciones con criptomonedas, un medio de intercambio digital que, a pesar de su seguridad y descentralización, aún puede ser explotado a través de engaños y extorsiones.
Con información de Milenio
