Hallan «eslabón perdido» en evolución del Tiranosaurio Rex

by Mario Guillermo

Un descubrimiento paleontológico de gran relevancia ha sacudido el mundo científico, revelando al Khankhuuluu mongoliensis, una nueva especie de dinosaurio que ha sido identificada como el ancestro más cercano conocido del icónico Tyrannosaurus rex. Este hallazgo, detallado en un estudio publicado en la prestigiosa revista Nature y liderado por investigadores de la Universidad de Calgary en Canadá, ofrece una pieza fundamental para desentrañar la evolución de los imponentes depredadores del periodo Cretácico.

Los restos fósiles de esta especie fueron desenterrados entre 1972 y 1973 en la Formación Bayan Shireh, al sureste de Mongolia, por el renombrado paleontólogo mongol Altangerel Perle. Durante décadas, estos valiosos fósiles permanecieron resguardados en el Instituto de Paleontología de la Academia de Ciencias de Mongolia, inicialmente catalogados erróneamente como pertenecientes al género tiranosáurido Alectrosaurus.

Sin embargo, un análisis exhaustivo y minucioso de los restos, realizado por el estudiante de doctorado Jared Voris y la profesora Darla Zelenitsky, reveló una verdad sorprendente: no se trataba de un Alectrosaurus, sino de una especie completamente nueva. Las características intermedias observadas en el Khankhuuluu mongoliensis lo posicionan como un eslabón evolutivo crucial, conectando a los tiranosauroideos primitivos de menor tamaño con sus descendientes colosales que dominarían los ecosistemas del Cretácico tardío.

Con una longitud estimada de aproximadamente cuatro metros y un peso cercano a los 750 kilogramos —equivalente al de un caballo grande moderno—, el Khankhuuluu mongoliensis se erige como un depredador de tamaño medio. A diferencia de sus gigantescos parientes posteriores, su estrategia de caza probablemente dependía de su velocidad y agilidad, permitiéndole emboscar a sus presas en los antiguos paisajes de Mongolia.

Este descubrimiento no solo reescribe parte de la historia evolutiva de los tiranosaurios, sino que también subraya la importancia de reexaminar colecciones fósiles existentes, que a menudo guardan secretos aún por revelar. El Khankhuuluu mongoliensis promete abrir nuevas vías de investigación sobre cómo los tiranosaurios evolucionaron para convertirse en los ápices depredadores que fascinan a científicos y entusiastas por igual.

Con información de Milenio

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