Influencers piden a marcas de lujo patrocinar su boda y los tunden: «Migajeros»

by Mario Guillermo

Una pareja de influencers colombianos, Katherin Noriega y Andrés de Armas, se ha convertido en el centro de una intensa controversia en las redes sociales tras publicar un video en el que solicitan abiertamente patrocinios de marcas de lujo, emprendimientos y negocios para cubrir la totalidad de su boda.

Lo que inicialmente podría haber sido interpretado como un anuncio romántico de su próximo matrimonio, rápidamente se tornó en un debate sobre la ética y las expectativas de los creadores de contenido en la era digital. La pareja, conocida por su presencia en plataformas como Instagram y TikTok, detalló en el video sus necesidades para el gran día, incluyendo decoración, vestuario, calzado, mesas de regalos, anillos e invitaciones.

Sin embargo, la sorpresa llegó cuando revelaron su verdadera intención: convertir su boda en una oportunidad de marketing para diversas marcas. «Queremos que seas parte de nuestros aliados soñados para nuestra boda soñada y para hacer historia junto a tu marca», expresaron ambos en el video, dirigiéndose directamente a posibles patrocinadores.

Mira aquí el vídeo

Andrés de Armas argumentó que, como emprendedores, comprenden el valor del posicionamiento de marca en redes sociales, sugiriendo que su boda, dada su actual popularidad, representa una plataforma ideal para que otros negocios ganen visibilidad. «Para nadie es un secreto que somos ahora mismo el foco de atención de mucha gente», añadió Katherin Noriega, reforzando la idea del potencial publicitario de su enlace.

La pareja basa su confianza en la capacidad de atraer patrocinios en su reciente viralización, originada por la proposición de matrimonio que Katherin le hizo a Andrés el pasado noviembre. Este evento les ha valido una considerable atención mediática y un aumento en su número de seguidores.

Si bien la pareja ve su solicitud como una propuesta de colaboración mutuamente beneficiosa, las reacciones en línea han sido mayoritariamente negativas. Muchos usuarios han criticado lo que consideran una explotación de su relación personal con fines comerciales, señalando la falta de autenticidad y el excesivo enfoque en el beneficio económico.

La polémica generada por la petición de Noriega y De Armas plantea interrogantes sobre los límites de la influencia digital y la creciente tendencia de monetizar eventos personales. Mientras algunos defienden su derecho a buscar oportunidades de negocio, otros cuestionan la línea entre el contenido genuino y la publicidad encubierta, especialmente en un contexto tan íntimo como una boda.

Por el momento, se desconoce si alguna marca ha aceptado la propuesta de la pareja. Lo que sí es evidente es que su estrategia nupcial ha generado un debate significativo sobre el papel de los influencers y la naturaleza de las colaboraciones en el mundo digital.

Con información de Milenio

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