El Consejo Quintanarroense de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (COQHCYT) inició el financiamiento de un proyecto de investigación para analizar los riesgos que representan los lixiviados del sargazo en comunidades costeras como Mahahual y Xcalak, en el municipio de Othón P. Blanco.
El estudio está a cargo de especialistas de la División de Ciencias de la Salud de la Universidad Autónoma de Quintana Roo (UQROO), quienes buscan determinar si las emisiones de gases generadas por la descomposición de esta alga pueden provocar afecciones en la salud de las personas que recolectan sargazo o que viven y trabajan a menos de dos kilómetros de las zonas donde se acumula.
La doctora María de Lourdes Rojas Armadillo, líder del proyecto, explicó durante el programa radiofónico ConCiencia que, tras 48 horas de descomposición, el sargazo libera líquidos y gases como sulfuro de hidrógeno, amoníaco y metano, los cuales representan un riesgo cuando se inhalan o ingresan a la cadena alimentaria a través de mariscos contaminados.
“Estos gases pueden afectar gravemente la salud, causando problemas respiratorios y renales, dificultad para respirar, confusión, náuseas, vómito, hipertensión e incluso pérdida del conocimiento”, advirtió.
El equipo de investigación está conformado por Maribel Rodríguez Aguilar, Ana Cristina Jiménez Ruano, Marco Antonio Hernández Ávila, Ángel Daniel Herrera España y Juan Miguel Torres Chávez, todos integrantes de la UQROO.
El director del COQHCYT, Cristopher Malpica Morales, destacó que este tipo de proyectos aplican la ciencia para proteger a la población, y forman parte de la Agenda Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación creada en 2019 para atender y mitigar el arribo masivo de sargazo a México.
Este estudio representa un paso importante para entender cómo el sargazo en descomposición puede afectar la salud pública y generar protocolos médicos de prevención que protejan a las comunidades más vulnerables.
