El balompié mundial se viste de luto tras confirmarse el sensible fallecimiento del legendario director técnico neerlandés Leo Beenhakker a la edad de 82 años. La noticia ha conmocionado a clubes, jugadores y aficionados que recuerdan con admiración la prolífica y exitosa trayectoria del estratega.
La Eredivisie, liga en la que Beenhakker dejó una huella imborrable dirigiendo a gigantes como el Ajax y el Feyenoord, fue una de las primeras en expresar sus condolencias a través de un emotivo mensaje: «Descanse en paz Leo Beenhakker. El legendario entrenador de futbol falleció lamentablemente a la edad de 82 años».
Nacido el 2 de agosto de 1942 en Róterdam, Países Bajos, Beenhakker inició su camino en el fútbol como auxiliar técnico en el Go Ahead Eagles. Su talento y visión táctica pronto lo llevaron a tomar las riendas del SC Veendam en la Segunda División neerlandesa, marcando el inicio de una brillante carrera en los banquillos.
La temporada 1975-1976 significó su primera gran oportunidad al frente del Go Ahead Eagles, donde previamente había sido asistente. Sin embargo, su ascenso continuó al incorporarse a las fuerzas básicas del Feyenoord en 1976 y posteriormente al cuerpo técnico del Ajax entre 1978 y 1979.
Fue precisamente en el Ajax donde Beenhakker consolidó su reputación como un técnico ganador. En dos etapas distintas al mando del club de Ámsterdam, conquistó dos títulos de la Eredivisie (1978-1979 y 1989-1990), dejando una marca imborrable en la historia del equipo.
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Su visión trascendió las fronteras de su país natal, y en España encontró otro escenario para desplegar su maestría. Al frente del Real Madrid, Beenhakker vivió una época dorada, alzando el trofeo de La Liga en tres ocasiones consecutivas (1986-1987, 1987-1988 y 1988-1989). A estos éxitos se sumaron dos Supercopas de España (1988 y 1989) y una Copa del Rey (1988-1989), consolidando su lugar entre los grandes entrenadores de la historia del club merengue.
De vuelta en los Países Bajos, Beenhakker regresó al Feyenoord en 1996, donde continuó cosechando éxitos. En 1998, guio al equipo de Róterdam a la conquista de la Eredivisie, y en 1999 se alzó con la Supercopa de los Países Bajos, demostrando su vigencia y capacidad para llevar a sus equipos a la gloria.
El fútbol mexicano también tuvo el privilegio de contar con la experiencia de «Don Leo». Dirigió al América en dos periodos (1994-1995 y 2003-2004) y, de manera sorprendente, también estuvo al mando del acérrimo rival de las Águilas, las Chivas de Guadalajara, en la temporada 1995-1996. Aunque no logró títulos en México, su paso dejó una huella en la memoria de los aficionados.
La trayectoria de Leo Beenhakker no se limitó a clubes, ya que también tuvo la oportunidad de dirigir a selecciones nacionales. Estuvo al frente de los combinados de su país natal, Países Bajos, así como de Arabia Saudita, Trinidad y Tobago y Polonia, aportando su conocimiento y experiencia a nivel internacional.
La partida de Leo Beenhakker deja un vacío irremplazable en el mundo del fútbol. Su legado como un estratega innovador, exitoso y con una personalidad carismática perdurará en la memoria de todos aquellos que amamos este deporte. El fútbol mundial hoy lamenta la pérdida de una verdadera leyenda de los banquillos.
Con información de FRANCE 24