En un movimiento histórico, el Parlamento Europeo ha aprobado una nueva ley que establece estándares mínimos para el tratamiento de animales de compañía, un paquete de medidas que busca garantizar el bienestar animal y combatir el tráfico ilegal. Con 457 votos a favor, 17 en contra y 86 abstenciones, esta normativa representa un hito en la protección de las mascotas en el continente.
La legislación europea aborda diversas áreas, desde la identificación obligatoria de animales hasta la prohibición de prácticas crueles. Entre las disposiciones más destacadas se encuentra la obligatoriedad de microchips de identificación y el registro en bases de datos nacionales interoperables, que a su vez se conectarán a una plataforma central gestionada por la Comisión Europea. Este sistema permitirá un monitoreo más eficaz de los movimientos de animales dentro de Europa y en sus fronteras, lo que se espera que reduzca significativamente el tráfico de mascotas.
Además, la nueva ley prohíbe explícitamente el uso de collares eléctricos, de asfixia y con púas, así como prácticas de mutilación como el corte de orejas o cola y la extirpación de cuerdas vocales. Estas medidas buscan erradicar el maltrato animal y promover un trato más humano hacia las mascotas.
La normativa también pone el foco en la cría responsable, prohibiendo la cría consanguínea entre abuelos y nietos, así como entre medios hermanos, salvo contadas excepciones para la conservación de especies locales con baja diversidad genética.
En cuanto a la importación de mascotas, la ley europea establece que los animales que ingresen con fines comerciales desde países no europeos deberán estar identificados y registrados antes de su llegada a la Unión Europea. Para los propietarios que viajen con sus mascotas, será obligatorio registrarlas al menos cinco días antes de su viaje.
Esta ambiciosa normativa europea ha generado debate sobre su posible aplicación en otras latitudes, como México. Actualmente, el país ya cuenta con leyes que reflejan la importancia de los animales, como la obligatoriedad de chips de localización, collares con placa de identificación y carnets de vacunas. De hecho, la Ciudad de México ha ido un paso más allá al establecer la CURP para mascotas, una medida que busca un mayor control de la población animal doméstica.
Si bien la implementación de una ley similar en México requeriría considerar las diversas proporciones y contextos, la experiencia europea podría servir como un modelo. La adopción de normativas que prohíban prácticas crueles, fortalezcan la identificación y regulación de animales, y fomenten un comercio más ético, podría significar un mayor bienestar animal y una herramienta eficaz para reducir el tráfico de animales en el país.
La decisión del Parlamento Europeo marca un precedente importante en la protección animal, evidenciando un compromiso creciente con el bienestar de las mascotas y sentando las bases para futuras legislaciones a nivel global.